Las personas con diabetes tienen mayor riesgo de sufrir efectos adversos durante una ola de calor
- harmoniuminnovation

- 30 may
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Actualizado: 6 oct

Las olas de calor representan un riesgo significativo para la salud de las personas con enfermedades crónicas, especialmente quienes viven con diabetes mellitus. Las altas temperaturas pueden alterar el control glucémico, afectar la acción de los medicamentos y aumentar el riesgo de deshidratación, complicaciones cardiovasculares y golpe de calor.
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Riesgos Específicos del Calor en Personas con Diabetes
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las personas con diabetes tienen mayor riesgo de sufrir efectos adversos durante una ola de calor por varias razones:
Alteración de la regulación térmica: La neuropatía diabética puede afectar la sudoración, dificultando la autorregulación de la temperatura corporal.
Deshidratación: Las hiperglucemias promueven la pérdida de líquidos por orina, lo que puede agravarse con la sudoración excesiva.
Efecto del calor sobre la insulina y medicamentos: Las altas temperaturas pueden degradar la insulina o alterar la absorción de ciertos fármacos hipoglucemiantes.
Complicaciones cardiovasculares: La combinación de calor, deshidratación y enfermedades coexistentes como la hipertensión puede descompensar al paciente.
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Recomendaciones Preventivas
Diversas autoridades como la American Diabetes Association (ADA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y servicios de salud europeos coinciden en las siguientes medidas preventivas:
Hidratación adecuada:
Beber agua regularmente, incluso si no se tiene sed.
Evitar bebidas azucaradas, alcohólicas o con cafeína.
Supervisar signos de deshidratación: boca seca, orina oscura, mareos o fatiga.
Control riguroso de la glucemia:
Aumentar la frecuencia del monitoreo de glucosa, ya que el calor puede generar fluctuaciones.
Reconocer síntomas de hipo o hiperglucemia, que pueden confundirse con los del golpe de calor.
Cuidado con los medicamentos:
Almacenar insulina en condiciones adecuadas (entre 2 °C y 8 °C). Nunca dejarla en el auto o al sol.
Verificar el aspecto de la insulina (debe estar clara, sin partículas ni decoloración).
Consultar con el médico si se requiere ajuste de dosis en caso de cambios en el apetito o actividad física.
Vestimenta y exposición al sol:
Usar ropa ligera, de colores claros y transpirable.
Protegerse con sombrero, gafas de sol y protector solar.
Evitar salir entre las 11:00 a.m. y las 5:00 p.m., cuando el calor es más intenso.
Vigilancia de síntomas de golpe de calor:
Fiebre elevada, piel caliente y seca, confusión, vómitos o pérdida de conciencia son señales de alerta.
Ante cualquiera de estos síntomas, buscar atención médica urgente.
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Consideraciones adicionales
Personas mayores con diabetes y quienes viven solos requieren vigilancia especial.
Es recomendable informar a familiares o cuidadores sobre los riesgos y estrategias de prevención.
Los centros de salud deben reforzar el seguimiento de pacientes crónicos durante episodios de calor extremo.
En Diabfarma, estamos comprometidos con la promoción de hábitos saludables y hacer la vida más fácil a las personas que padecen diabetes.
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Fuentes
Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Diabetes and Summer Heat. https://www.cdc.gov
American Diabetes Association (ADA). Hot Weather and Diabetes. https://www.diabetes.org
Organización Mundial de la Salud (OMS). Olas de calor y salud. https://www.who.int
Agencia Española de Meteorología (AEMET) y Ministerio de Sanidad. Plan Nacional de Acciones Preventivas contra los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud. https://www.sanidad.gob.es




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